28/11/15

Esfinge de calavera

Cojamonos con los tarsos y tu trompa y subeme al palpo, con la misma fragilidad de tus alas en la alzada al vuelo.

Crisálida. He cavado como un gusano, un rincon en una tierra fertil de jugos para hacer la metamorfosis una y otra vez bajo tu valle lunado.

Que esperen los murcielagos, a uno o dos metros, mientras me ahogas con el nectar de tus flores y penetramos las celdas de las colmenas libando la miel.


Te recorro con la lengua humeda tu esfinge de calavera, entre abril y septiembre, mariposa de la muerte.

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